Deberíamos preguntarnos el por qué prometer amor eterno, si sabemos que es un error, pues con el paso de los años suele perder altura. No podemos obligar al corazón a darlo todo. Pero cuando decide llamar a nuestra puerta y lo hace de forma desinteresada y verdadera, sonbran los pactos y acuerdos mundanos, sobre todo si existe la empatía y la buena armonía. No se puede encerrar el amor a cal y canto por la sencilla razón, de que siempre encuentra una rendija para ausentarse. Es muy importante vivirlo con ilusión, alentando los deseos día tras día. Son muchas las personas que saben querer, pero muy pocas las que saben amar de verdad.
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