¿Por qué no habrían de rabiar los viejos? Algunos vieron a un muchacho de futuro Que buen pulso tenía en la pesca con anzuelo Convertirse en un periodista borracho; A una muchacha que supo todo Dante de memoria Vivir para parir hijos de un necio; A una Helena de sueño benéfico y social Subir a gritar a una vagoneta.
Algunos piensan que es cosa natural que el destino Deba matar de hambre a los buenos Y a los malos hacerles progresar; Que si sus vecinos imaginaran claramente, Como en una pantalla iluminada, Ni una sola historia encontrarían De una mente feliz que no quebrara O de un final digno del comienzo.
Los jóvenes no saben nada sobre esto, Los viejos, que todo observan, bien lo conocen; Y cuando sepan lo que dicen los libros de antes Y que nada mejor podemos esperar, Entonces sabrán por qué habría de rabiar un viejo.