Nostalgia y Encanto
Aprisa comparezco a visitarte en tu alegre morada
Donde las flores esparcen una singular fragancia,
Siento en tus señales la luz y el amor en tu mirada,
Entonces me quedo absorto a compartir tu estancia.
Cuánta amabilidad se halla en tu límpido corazón,
Que mis emociones se quedan estáticos y en silencio,
Dulce encanto de matrona, en todo te asiste la razón,
Que compartir contigo, en la vida no tiene precio.
Se lesiona de manera infinita mi alma adolorida,
Saber que me encuentro de travesía y de visita,
Anhelo quedarme a residir contigo toda la vida,
Y este encuentro nunca jamás sea sólo una cita.
Cómo voy agradecer tu desvelo desinteresado,
Que me brindas de manera presurosa y eficiente,
Eres un Ángel del cielo que el Señor ha enviado,
Para proveer el consuelo a un espíritu hiriente.
Luis G Machado S.