Regresó la esperada luz en el preciso momento, que se disipó la densa niebla existente, que había atrapado la tarde. Tan solo algún que otro graznido de las urracas, hacían presagiar una noche tan sumamente oscura, que incluso podía perderse hasta la mirada, Momentos después la sombra se tornó resplandor, y en canción de verano, los enormes nubarrones bien cargados de agua. Diluvió, luces, soles y sombras mientras que tu te perdías en mis sueños. Los ángeles rara vez suelen llegar a conocer las muchas miseria de los humanos.
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