Soledad, eres tú quien ha decidido acompañarme para que pueda descansar a tu lado. Con tu querida y deseada presencia, te unes a mi persona ofreciéndome tu apoyo incondicional. Resulta muy curioso saber, que algunas personas no te desean, en cambio, yo te necesito del mismo modo, que los mejores momentos. No sabes cuánto valoro tus silencios, pues estando a tu lado me siento sosegado. Con la soledad consentida, no siento sensación alguna de inquietud, todo lo contrario, hace ya bastante tiempo que me acostumbré a estar ante tu presencia.
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA