Un marzo triste y emocionado en la vida del Gral. Belgrano

En plena campaña al Paraguay, la suerte política y militar no lo acompañaba a Belgrano, si bien había logrado tomar Campichuelo y cruzar el Paraná, saliendo victorioso de ese combate, luego había sufrido la derrota en Paraguarí, de poco también le sirvió a sus fines la incorporación a su ejército de paraguayos como los hermanos Espínola en carácter de edecanes; Jose Idelfonso Machiain, de renombrada familia Asunceña o el capitán Bonifacio Ramos , veterano de la invasiones inglesas, de nada influyeron en las negociaciones con Manuel Atanasio Cabañas y los hermanos Yegros, La junta de Buenos Aires decide entonces el 7 de marzo ordenarle la retirada al sur del Arroyo de La China, indudablemente la orden no llegó a tiempo, mientras la misma viajaba al Paraguay, Belgrano intentaría resistir en Tacuarí, anoticiado de la marcha del Coronel Martín Rodríguez y sus Húsares desde La Bajada para reforzarlo, le pidió al Coronel Martín Galain otros 200 soldados, con anterioridad la Junta ya le había ordenado a Juan Bautista Azopardo que lo auxiliara con una flota de tres buques pero esta fue derrotada en San Nicolas de los Arroyos el 2 de marzo por una enviada desde Montevideo al mando de Jacinto Romarate . Sabiendo que sus condiciones frente al enemigo no eran las mejores dio instrucciones para que Perdriel y Tomas de Rocamora aseguraran la retirada en caso de derrota, Perdriel sufre la deserción de varios sargentos y soldados de Patricios por lo que queda disminuido, esta situación complica aún más a Don Manuel que ya venía disgustado con la actitud del gobierno de Corrientes y el escaso entusiasmo de su gobernador Elías Galván y los hacendados correntinos “Que no querían enviar lo solicitado sin antes recibir su pago”.

Así establece su campamento entre el Rio Tacuarí y el poblado de Tupá-ra'ý, luego de ser seguido al menos durante tres días por fuerzas paraguayas que contantemente amenazaban intentar alcanzar su retaguardia y atacarlo, cuando en la media noche del 8 al 9 de marzo, la fuerza enemigas simularon un ataque frontal con apoyo en botes y canoas por el rio antes mencionado, (que fue repelido exitosamente por la artillería patriota ) , más al norte el grueso de las fuerzas de Cabañas cruzaba el mismo por un puente por ellos mismos construidos y se disponía a atacar por el flanco derecho sorprendiendo a Belgrano, que debió distraer tropas destinadas a la defensa del rio para enfrentarlos, así se fue desarmando el esquema defensivo, si destacada fue la defensa del ataque por el río que hiciera el capitán Celestino Vidal, mas encomiable la tarea de Idelfonso Machiain y Saturnino Sarasa que se desplazaron por las isletas de montes para contener el ataque principal que lograron sostener por un buen tiempo, más el abandono por parte de alguno de sus hombres entre ellos los oficiales paraguayos Bonifacio Ramos, de artillería, y Ramón Cabrera, el teniente de granaderos José Mármol, y Bertolot, oficial que estaba a cargo de las carretas con el parque de municiones, equipos y armas que le enviara Rocamora, los obligaron a rendirse; acorralado por las fuerzas paraguayas contra el rio, y con un mínimo de soldados Belgrano resistió en principio la embestida, hasta que en “El Cerrito de los Porteños” mando levantar la bandera de parlamento, para luego capitular después de 14 horas de combate.

La jornada de Tacuarí tiene un aspecto singular, en ella pierde la vida Pedrito Ríos, correntino, nacido en 1798 en Yaguareté Corà (hoy Concepciòn) , hijo de un maestro rural, que imposibilitado de acompañar a Belgrano, le pide que incorpore a su hijo al ejército “ Es lo único que tengo para entregarle a la Patria”, palabras de su padre don Antonio Ríos, siendo destinado a cumplir tareas de lazarillo del capitán Vidal, que estaba afectado por un ceguera, sin embargo en Paraguarí tiene su bautismo de fuego cumpliendo funciones en la retaguardia para fortificar las carretas, y ayudado en el hospital de campaña, como el encargado del tambor estaba afectado al combate Pedrito paso a cumplir esa función acompañado a Vidal ( el tamborilero era el guía que marchaba la frente de la infantería), fue alcanzado por dos disparos de fusil que le partearon el pecho. “Lo recuerdo y me estremezco. Me parece estar viéndolo impasible avanzar a mi lado. Yo lo he visto caer y abandoné la lucha para socorrerlo. Murió de dos disparos en el pecho. Estoy seguro de que su muerte fue mi salvación, porque al detenerme, no caí como cayeron casi todos los del ala donde estábamos nosotros.” Cap. Celestino Vidal.

Pedro Ríos, “el tambor de Tacuarí”, y “las Niñas de Ayohuma” eran los recuerdos más emocionados que se le escucharan relatar al Brig. General Don Manuel Belgrano.

Elías Almada