Estamos atravesando una época en la que cada grupo está empeñado en mostrar sus límites para un discurso que se convierte en excluyente antes incluso de terminar su enunciado. La conclusión es que la política, o el arte del acuerdo, se aleja en el horizonte y se impone la intransigencia. Lejos de encontrar zonas comunes, sean muchas o pocas, lo que vamos encontrando cada día es enormes pedruscos en el camino con lo que ningún grupo puede caminar sólo, porque carece de las mayorías…
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