A ti maestra dedico mi canto,
un emocionado canto,
un humilde canto, que recuerda
tu sagrado manto,
manto de amor que cuidó mis
pequeñas manos,
manos que aprendieron a tejer
su propio manto,
manto que guia mis pasos hasta
el ocaso de los días ,de los años,
mi amada maestra de lejanos
lugares he llegado,
es para que sepas que hoy,
en maderos de plata ,escribo
un hermoso canto,
que a ellos les digo que tú eres la
que labró en mi alma...
jardines de rosas, que feliz cantan.
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