Al mismo Dios

[Myriam Stella Buriticá Cortes]

Al Mismo Dios

Dueto

Gabriela Mistral

Mirando la alameda, de otoño lacerada,

la alameda profunda de vejez amarilla,

como cuando camino por la hierba segada

busco el rostro de Dios y palpo su mejilla.

 

Myriam Buriticá

Será que estas mirando con tu vista angustiada

este otoño del alma, el final te rastrilla

será que la esperanza ya se encuentra agotada

 o está Dios esperando que tu dobles rodilla.

 

Gabriela Mistral

Y en esta tarde lenta como una hebra de llanto

por la alameda de oro y de rojez yo siento

un Dios de otoño, un Dios sin ardor y sin canto

¡Y lo conozco triste, lleno de desaliento!

 

Myriam Buriticá

Tan lenta como el paso de un horrible quebranto

por esos arbolados de un cruel sentimiento

está Dios abrumado, la maldad, un espanto,

ninguno lo ha buscado, de amor está sediento.

 

Gabriela Mistral

Y pienso que tal vez Aquel tremendo y fuerte

señor, al que cantara de locura embriagada,

no existe, y que mi Padre que las mañanas vierte

tiene la mano laxa, la mejilla cansada.

 

Myriam Buriticá

Es poderoso y fuerte y ha vencido la muerte

con su alma te anhela, sigues siendo adorada

si existe, es tu padre siempre estará presente

porque sós de su pueblo, su redil, su majada.

 

Gabriela Mistral

Se oye en su corazón un rumor de alameda

de otoño: el desgajarse de la suma tristeza;

su mirada hacia mí como lágrima rueda

y esa mirada mustia me inclina la cabeza.

 

Myriam Buriticá

Está tu alma muy herida, quien será que conceda

quien lo podrá alegrar, y quite su tristeza;

su llanto forma el rio, que cruza la alameda

soportaran tus ojos, su bondad y grandeza.

 

Gabriela Mistral

Y ensayo otra plegaria para este Dios doliente,

plegaria que del polvo del mundo no ha subido:

"Padre, nada te pido, pues te miro a la frente

y eres inmenso, ¡inmenso!, pero te hayas herido."

 

Myriam Buriticá

no quieras desmayar, ¿Quieres ser obediente?

Porque sé, tus plegarias él las ha recibido

y aunque mucho le pides con temor reverente

eres santo muy santo, tu pecado le ha herido.

[Myriam Stella Buriticá Cortes]

Muchas gracias Ingrid por dejar tu huella en mis versos.

Muchas bendiciones.

[Myriam Stella Buriticá Cortes]

Muchas gracias Alida, Un abrazo.

[Myriam Stella Buriticá Cortes]

Muchas gracias Elías por el destacado.

[Ingrid Zetterberg Bustamante]

Muy lindo tu dueto, Myriam con la gran poetisa Gabriela Mistral, que parece que a veces dudaba de la existencia de Dios. Un abrazo.

[Alida I. Gómez]

muy Buiena iniciativa 

[Elìas Antonio Almada]