Guardo en mis pensamientos, y en mi corazón,
tu nombre, y ese gran amor que por ti he sentido
eternamente.
No se dónde estás.
No se dónde te encuentras.
Pero me basta que en mis perpetuos silencios, llegue
a mi tu recuerdo, para sentir la felicidad del enamorado
viajero, que cuando llega nuevamente a puerto, sabe
que lo esperará su amor, y ese te amo, que al escucharlo
enciende fuegos en el agua, en los vientos.
Al pensar en ti mi pequeña luz, que en las noches
enciendo.
Te observo.
Te deseo.
Te beso.
Beso todo tu hermoso ser.
Ese ser que desnudo, es como flores que nacen en campos,
en las siembras.
Mas pido a la vida, que jamás tu recuerdo, calle para siempre.
Porque eres y serás mi alegría plena.
Cuando los almendros sus frutos dejan, sólo pienso, que eres
como ellos.
Brotan y crecen sólo con el amor, que un campesino a ellos
ofrece.
Sé que las distancias, son extenuantes pisos de arenas.
Pero siempre estarás en mi recuerdo.
Recuerdo que es como las olas del gran océano, que no olvida
las gaviotas que en ellas buscan su alimento.
Yo buscaré por siempre en tu recuerdo, el gran amor que
creció en plazas y cuadernos.
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA