CESAR MOSQUERA VELASTEGUI
Una aureola de paz cubre tu inerte presencia descansando en un ataúd que expande el aroma de flores y música, llegando a nuestros sentidos para recordarte siempre con el sentimiento de amigo, compañero, hermano, padre, abuelo, y ese aroma se esparce con tristeza y alegría, tristeza por que partes en un viaje sin retorno físico, y alegría por que tu espíritu se difunde jubiloso al más allá ,pero te quedas en el corazón y mente de quienes te apreciamos y compartimos la sensibilidad y nobleza de tu amistad, no es el momento para narrar tu biografía, pues todos la conocen, solamente decirte con la franqueza de hombre que tu paso por la vida fue el de un ser normal con grandes virtudes y también debilidades o si se puede llamar equivocaciones, que nadie puede juzgarlas, sino el Dios creador que generosamente te recibe en su seno, llegas a sumar las voces angelicales, a seguir con el compañero de tu vida el acordeón del cual brotaron las melodías de amor, felicidad, tristeza, el encanto de las notas que generosamente brindaste a los amigos en una tertulia, en un encuentro de bohemia, en un evento social o religioso, permitiéndonos cantar a viva voz, sintiéndonos un poco artistas, porque así solías estimular a tus estudiantes en las aulas, a los amigos en las reuniones, a tus hijos con el ejemplo de un hombre luchador, humilde, sin vanidades, reconociendo tus limitaciones y siempre anhelando el triunfo y el orgullo de ser padre de hijos profesionales, Recuerdo cuántas veces con tu amplia y sincera sonrisa mostraste la satisfacción de contar con dos valientes soldados de la patria, repetías incansablemente mis hijos son de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, para que vean en mi modestia tengo hijos oficiales de la aviación, y la herencia genética en Juanito, alto valor de la música y maestro de la juventud del Colegio Daquilema, de mis hijas profesionales que ejercen su trabajo también como maestras al servicio de la sociedad. César de carácter amable, con la chispa del buen humor, con la sencillez de un maestro, por todo ello personalmente me honro de haber contado con tu amistad, desde nuestra juventud en la obligatoria conscripción en el grupo de caballería Yaguachi, luego como maestro en la ciudad de Alausî, posteriormente en Riobamba en diferentes organismos culturales y magisterio, para finalmente al acogerte a la jubilación en el grupo taller de guitarra de jubilados del IESS,en donde sin egoísmo aportaste con tu inseparable amigo el acordeón y guiarnos en el aprendizaje de la guitarra y el canto ,así te recordamos amigo, así te dejamos guardado en nuestro corazón, así nos encontraremos en cualquier momento, tú venciste, La enfermedad no te doblego, a pesar de conocerla, fuiste optimista, y aun en el lecho de ese dolor tocabas los pasillos, las tonadas, los sanjuanitos y es verdad que nos arrancabas lágrimas cuando nos pediste cantar en coro dos temas que son historia de vida: De esta tierra ya me voy, a esta tierra he de volver. AY amor ay dolor, de esta tierra ya me voy. Y En vida que me quisieras, en vida que quisieras, de muerto para qué, hay todo se ha de quedar. Si César se queda las cosas buenas, se quedan los recuerdos, se queda tu labor de docente, de artista, de padre, de hermano, de familiar, de amigo. Se queda tu nombre para la eternidad.
Las praderas se han humedecido,
Por el lamento de la naturaleza,
Cuando ve partir a un hijo querido
Artista con habilidades y nobleza.
Labraste en la tierra con el corazón
Estudiar y trabajar como hábil fígaro
A cumplir con la patria, la conscripción
Luego una meta, la música tu amparo.
Abriste un abanico de bellas esperanzas,
Y con tu arte, a consagrarte como Maestro
Allí, se quedaron triunfos y añoranzas
En el teclado y acordeón, siempre diestro.
Conquístate amistades con tus saberes
Por el don de gentes y dulce sensibilidad
Camina en paz, a cumplir otros deberes,
Con la luz de la inspiración y la verdad.
Ya paso la tormenta de la grave enfermedad
Ya descansas entonando un himno de alegría
Hasta siempre Cesítar, nos queda tu bondad
Y encontrarnos en el azul infinito algún día.
Dejas el orbe material como virtual triunfador,
En el campo santo van a reposar tus despojos
Tú alma se encuentra ya en brazos del creador
De pena y alegría brotan lágrimas de mis ojos.
Luis G Machado S.
Comentario
Gracias Nanita muy gentil amiga gracias por tu generoso comentario un profundo abrazo lleno de cariño
Gracias poeta Zaldaña aprecio mucho tu amable comentario un fraternal abrazo lleno de afecto
Gracias Magi aprecio tu comentario un fraternal abrazo
Gracias Guillermo un fraternal abrazo lleno de afecto
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