Cuando el dolor nos toca
penetra hasta la médula
nuestra vida se siente loca
nos parece mentira, y fábula...
Nos volvemos ausentes,
duele que todos sean indiferentes,
que sigan las sonoras risas...
si estamos carentes de sonrisas.
Duele en el alma la ausencia
gritamos al cielo tenga clemencia,
apartamos un espacio para meditar
un...¿por qué me la fuiste a quitar?
Más luego de la aceptación...
pedimos por la duda al cielo perdón
sabemos que Cristo nos dió la redención,
y como nuestro familiar...también sufrió.
Abandonados en Cristo
encontramos después consuelo,
aceptamos a regañadientes nuestro duelo...
y para seguirla me alisto...
Después nuestro ser nos visitará
en sueños con nosotros platicara
lo veremos sano sin enfermedad
y de la patria Eterna el o ella gozara.
¡TEN FE¡
Celeste.
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