Viene primero el furor,
Después la melancolías;
En mi angustia no tenia
Otro alivio ni consuelo
Sino regar aquel suelo
Con lágrimas noche y día.
Y así sufrir ese castigo
Tal vez por culpas ajenas.
Si te fatigan las penas
Y no sabe en quien pensar,
No olvide que aquí lo tiene
El cariño de ese hombre
Que siempre te supo amar
Por toda una eternidad.
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