Dolor
Nada se logra con tragar los pesares
Los ingieres impasibles sin sentirlos
Ellos se resisten aun en los altares
No queda otro remedio que admitirlos.
No es verdad que las penas se esfuman
Como las olas en el majestuoso mar
Siempre rondan y cada vez se suman
Dejando lágrimas y heridas que sanar.
Fantasmas que navegan en la mente
Impacientes por mirarme así llorar
Dime mujer que deseas exactamente
Que relegaste mis caricias al andar.
No puedo suplicarte que me olvides
Si tu corazón se encuentra dividido
Te recibo con alegría si me pides
O déjame ahora de amor rendido.
Así, es la historia de viejos amores
Que se jugaron la vida por su pasión
Hoy sufrimos los cruentos dolores
Clavados en lo más arcano del corazón.
Luis G Machado S.
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