Ecos.
No ha muerto el eco de tu voz,
no se ha extinguido la hermosa composiciòn de tus palabras,
en los vientos de mis sueños.
Las campanas del templo donde he depositado, el pensamiento
inmortal, de amarte hasta que se extinga, el absoluto movimiento
del universo,
tocan al compàs de mi alma, que pronuncia tu nombre en los
ondulados cabellos de los astros, que sin pronunciar palabras
me han entregado su luz clara en la noche oscura,
tan profunda como los ocèanos que devoran, los horizontes
en su absoluta dimensiòn lejana ,distante.
Prìstino estan aquellos pensamientos de amor, que he dedicado
a los arcoiris de tus ojos,
a las onduladas costas de tus labios, que he besado sintiendo
la hùmeda expresiòn de lo eterno,
de lo que jamàs perece,
de lo que perdurarà mas allà del tiempo.
Porque juramos, ser semillas que viajan con los vientos fuertes,
volveremos como tallos de malezas silenciosas ,libres en los caminos del infinito,
en los arcoiris de todo tiempo,
en los escritos del inmortal poeta, que ha escrito nuestros nombres
en la roca fuerte,
en los maderos del puente viejo, donde solo el amor cruza
la bella frontera,
a la vida de las miradas que nunca duermen.
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