El Circo Pobre

Cuánto ,cuánto he deseado, que los
años pasen por mi lado.
Que mi niñez no haya encontrado jamás,
la cruel estación de lo pasado.
Como quisiera regresar a los campos de
Cauquenes, y sus zorzales no enjaulados.
Si les cuento mi historia, es porque cada
momento de mis pasos por mi terruño,
posee en mi corazón, un sitio donde lo he
guardado.
El campo chileno y sus tonadas,
los campesinos, y sus inocentes miradas.
Hay un momento muy especial, que atrajo
mi atención y sueños, de ser domador de
exóticas fieras, que raudamente por la pista
pasaban.
La llegada del circo pobre ,encendió luces,
en huellas disfrazadas de caminos, que
solitariamente con los vientos cantaban.
En una camioneta Ford ,vieja como tinajas
de greda, por el vino chileno embriagadas.
El circo a mi pueblo llegaba.
Un circo de seis artistas que Europa desearÍa
en sus teatros.
El payaso tortuga y sus carcajadas.
El domador de leones donde sólo, un pequeño
puma mostraba.
Un presentador con un tambor, donde el óxido al
público los sonidos roncos, percutía si decir ni una
palabra.
Una trapecista ,que por una cuerda ya gastada, como
espiral se colocaba.
El cobrador , que niños de campo, sus monedas
a él dejaban.
Globos inflados con aire puro ,que alguién los inflaba.
No habían máquinas de nada,mucho menos bebidas
que nadie necesitaba.
Sólo un vaso de limonada y manzanas confitadas.
Ahí se despide el circo pobre, con sus sueños y
esperanzas.
Año mil novecientos setenta y cuatro.
Es la infancia donde anhelo volver ,para abrazar a mis
amigos de esta tierra amada.