El Descanso
Cuando las plumas piden, la tregua
de los atardeceres.
Cuando mis manos, descansan en
pequeñas mesas.
Cuando tu recuerdo, se hace cómplice
de silenciosos callejones ,de las angostas
veredas.
Busco tus caricias en mis recuerdos.
Te confieso, que he tratado de engañar mis
pensamientos.
De no buscarte más, ni en los baúles de mi
conciencia, ni en mis pasos por las otoñales
alamedas.
No puedo
No puedo
Como un soldado que la derrota acepta.
Vuelves a mi , como hojas que nacen con
primaveras.
No existe un ardid que triunfe, ante el amor
que por ti siento.
Ese amor que es capaz, de encender
chimeneas en los hielos.
No creas que la agónica mirada se presenta.
Quizás un triste recuerdo, por el inesperado
rompimiento de almas, que caminar unidas
aceptaron en otros tiempos.
Dos almas que solas vuelan
Es el presente
Es la despedida en estaciones de vagones
viejos.
Al buscar sigilosamente en escritos, expresión
de mis sentimientos por el amor que por ti siento.
Hay momentos.
Hay momentos,
que fuimos felices como niños, que con arenas
juegan.
Al pensar en ti amor mio, tu recuerdo es triste como
domingos en inviernos.
Honestamente aunque extraño tu presencia.
Te deseo que seas feliz, donde tu alma llegue.
Gracias por darme, minutos de tu vida en bellos
besos.
Gracias por hacer de mi , pinos que buscarán
eternamente, los primaverales vientos.
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