El Placer del Versar

Alma de poeta.
Alma de vagabundo.
Una aleación que se asume con total
claridad.
Almas de eternos caminantes, por senderos,
donde los sentimientos, danzan sin descansar.
Una media copa de vino.
Un sorbo de agua.
Que mas da.
Si los pensamientos del sentir universal, buscan plumas
que todo han de dar.
Una fruta estival.
Un trozo de pan.
Qué mas da.
Si los versos, son cantos que hasta las paredes, saben el
compás.
El poeta, su alma vaga, por maderas finas o ramas que pronto
quebrarán.
Qué mas da.
Si las almas de los poetas, han despertado, en sembradÍos o
malezas, que al campesino nada han de dar.
Es el infinito sentir ,que ningún obstáculo, detiene en su andar.
Amar.
Amar lo que otros desecharán.
Ahí descansan los tejados, que esperan el versar.
Si.
Si la luna es esencial ,en los cantares que pronto llegarán.
Pero es imposible no cantar, cuando has quedado impregnado
con el aroma de tu amada, en ropas, que por ese motivo no deseas lavar.
Cómo olvidar, las íntimas mieles de tu amor, que despertaron
cuando nuestros cuerpos, se confudieron como luces bajas que alumbran el pasear.
Vagabundo de caminos suaves, que mis labios han besado excitados como abejas del panal.
AhÍ esta .
Ahí esta la esencia del versar.
Saber que en sábanas nada quedará.
Solo el corazón guardará.
Solo mis manos, supieron recorrer sin tiempo final.
Sonrío.
Sonreiré porque cuando observo tu mirar.
Sé que fui el alegre vagabundo, de tus secretos pasajes,
donde el placer danza sin parar.
Alma de poeta porque todo a la vida he de contar.
O quizás porque con este pequeño escrito, te afirmo ,que me
he enamorado de ti, como el poeta ama su pluma que jamás
en sus camisas ha de olvidar.