Gracias señor por el sol del nuevo día,
por el pan que regalas en mi mesa,
por el bello don de la vida,
por la familia y las amistades sinceras,
por el trabajo,
por los éxitos pero también por las penas,
porque en ellas veo tu mano buena que fortalece y alienta.
Gracias señor por los frutos abundantes,
porque de bendiciones llenas mis cestos.
Porque eres un padre bueno que me cuida y alimenta.
Gracias señor,
tu bondad es infinita;
disfrutas ver siempre alegres a tus hijos los hombres,
¡Para ser felices en esta tierra nos has creado!
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados
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