Ilusiones fraccionadas
En las noches de tinieblas
tus ojos se convierten
en luciérnagas despiertas,
que alumbran el camino
sin temor a las caídas.
Mas tu ausencia impredecible
llena el alma de temores,
se apagan las cortas alegrías,
se esfuman las nubes pasajeras.
Entonces, llega la monotonía,
las flores se marchitan al instante,
las aguas de nuestro arroyo
misteriosamente se congelan.
Luis G Machado S.
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