Juvenil Entrega.
En los habitáculos de mis pensamientos.
En la noche donde callan las estrellas,
desapareciendo raudamente de mis ojos.
Llega a mi ,el aroma de nuestros encuentros.
Ese olor viejo de juveniles placeres.
Te amo.
Te amaré como aman los monjes sus vestimentas,
sus plegarias de su vida entera.
Bese tus labios de dulces primaveras.
Me enseñaste, cómo acariciar tu cuerpo nuevo.
Nos entregamos a la pasión sin conocerla.
Pequeña compañera de tareas .
Mi pequeña de cabellos rubios, como bronces
de imponentes escaleras.
Desnudos en aquella habitación, de maderas
nuevas.
Colegiales que comienzan a saber, qué es mirar
con profundidad verdadera.
Amantes de quimeras.
Amantes de tardes que llegan.
Amantes de virginal entrega.
Te amé en los patios de la escuela,
en la mesa donde escribí tu nombre, soñando
con altares ,que abren las puertas del beso eterno.
Pese a que los años, no detienen su andar
en nuestros cuerpos.
Te obsequio este pensar de los silencios.
Este sentimiento tuyo y mío, como frutos
de una misma higuera.
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