¡Ayy, ésa luna se adormece, de manera apacible!.
Mi chiquito bello, duerme y sueña algo bonito
cierra tus lindos ojazos verdes, pide un deseo
en el transcurso de la noche, se te cumplirá.
Nunca llores, mi niño, porque ésos ojitos se te estropearán.
Siempre vendré a consolarte, y aunque no esté contigo
en mis pensamientos siempre habitarás, mi bién
te rodearé de una nube de algodón, más te protegeré
para que nunca sufras ni un mal, te hagan desaire.
La luna se refleja constantemente, en tu espejo
ése espejo que se presenta de un iris claro,
ésa tonalidad verdosa-oliva, que al resplandor
se torna celeste-claro, que a todos enamoran.
Te lloran y se resplandece al verte de emoción temblar.
Los pensamientos se alborotan y entremezclan
alborotándose en la nocturnidad del crepúsculo gélido,
te canto un bolero o tal vez, prefieres una nana
que sientas que estoy ahí, para tí, siempre
nos sentimos abrumados por los anhelos, permanentemente.
Autora: Sofi Piris.
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Bello amiga escritora y poeta
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