LA PUERTA FRANCA
La puerta, franca.
Vino queda y suave.
Ni materia ni espíritu.
Traía una ligera inclinación
de nave y una luz matinal de claro día.
No era de ritmo,
no era de armonía ni de color.
El corazón la sabe,
pero decir cómo era no podría
porque no es forma,
ni en la forma cabe.
Lengua, barro mortal,
cincel inepto,
deja la flor intacta del concepto
en esta clara noche de mi boda,
y canta mansamente,
humildemente, la sensación,
la sombra, el accidente,
mientras ella me llena el alma toda.
AUTOR: DAMASO ALONSO
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