LAMENTO DE UN ÁRBOL

Nacimos en un bello prado, fuimos tan unidos, tan cercanos
Crecimos con la luna y la lluvia,
cada amanecer el sol acariciaba nuestras tiernas ramas
proporcionando vida en nosotros,
pasaron los años y nos convertimos en adultos
siempre juntos, siempre acariciándonos mutuamente con ayuda del viento.
Las aves hacían sus nidos en nosotros, escuchábamos sus trinos
Como si fuera la más bella melodía, eran para él, para quien nos formó,
Alabábamos su grandeza batiendo nuestros brazos injertados de musgo
Y alegría, sé que le gustaba, enviaba a sus colibríes que agitaban sus alas
Y bebían de nuestra savia que brotaba en las flores,
era la forma de hacernos saber que se alegraba de nuestra danza.
Pensé que estaríamos siempre juntos
Pero un día cualquiera, alguien con sus filosos dientes te hirió de muerte,
caíste como vástago al suelo que te vio nacer junto a mí.
Sin poder defenderte, lloré y me lamenté, miré como la vida se escapaba de tus ramas, aunque
eras fuerte no tuviste fuerzas para seguir alegrando mi existencia, poco a poco
fuiste apagando tu vigor y te secaste dejando el vacío más grande en mis entrañas.
Mis brazos te buscaban desesperadamente para sentir que era solo un sueño
y que cada mañana te vería mirándome con ese amor que me profesabas,
pero no te veía, las aves no volvieron a posar en mí. Se marcharon a otros árboles
en un intento por salir a buscar tu esencia quise sacar mis raíces y marcharme,
la tierra estaba dura y seca, solo permitió que una pequeña parte de mí saliera,
te sentí tan cerca, bajé mis hojas para ver que sucedía y vi un seco tronco a mi lado,
eras tú, mi bella acacia, había quedado un recuerdo tuyo a mis pies, te acaricie y así permanezco aún,
aferrado a ti para sentirte cerca, para no morir extrañando tu hermosura y compañía.
Eras la hermosa compañera que alegraba mis días, ahora sé que no estoy solo. sigues viviendo en
mis raíces que no te soltarán hasta el día que me vaya a encontrar tu cálido perfume en los valles
secretos donde reposan las acacias.
Myriam Stella Buriticá
De mi poemario El alma en un verso
¡Tienes que ser miembro de SECRETOS DEL ALMA para agregar comentarios!
Únete a SECRETOS DEL ALMA