Era una loca soñadora
que gustaba de caminar
descalza sobre la arena
a la orilla de la mar.
La saludaban las mil gaviotas
sobrevolando a su pasar,
y cantando al compas del viento,
¡las olas crecian en su danzar!
¡Que hermoso regalo daba!
con su jovial alegría sana,
a los pescadores y peces,
que en su vaiven la miraban...
¡Saludaba a las estrellas!
¡que las olas arrojaban!,
y regresandolas a la mar
¡con sonrisas, las acompañaba.!
Sentada bajo un palmero,
miraba pasar la vida,
repasaba la lección,
guardada en su corazón.
Era un hermoso legado.
de su bien amado padre:
_"No te cases hija mia"
con quien no te sepa respetar.
_Nunca un insulto en el aire,
a tí jamás ,te deben dar,
¡una ofensa no te mereces !
¡Deben amarte como yo, y mucho más!.
_Únete mi princesa,
con quien te dé mucho amor,
bajo el abrigo del cielo
¡te cubriran de valor!
_¡No te entregues a cualquiera!
de esos...¡ el mundo esta lleno!
_¡Respetate! y respeto pleno,
_¡Recibiras sin tirarte al cieno !
Así pensaba la joven,..
y dejaba pretendientes,
nadie la amaba de lleno
como su padre sincero.
Más nunca lagrimas derramó
porque estaba llena y segura,
¡de su valía se vacunó...!
estando joven ...¡Era madura !
Cantaba y gozaba su libertad,
soñaba con las flores y el mar,
miraba a su Padre celestial,
pisando el suelo...¡ Aspiraba al cielo...!
Celeste.
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