Mía.
Aparece de la nada,
tú sonrisa,
tú bella mirada,
tú alma ,que me has ofrecido para que volemos
eternamente unidos, mas allá de nuestros cuerpos,
de nuestras sentidas palabras.
Que maravillosa es tu presencia,
que asombrosa es tu mirada,
me envuelve en los mantos de la felicidad ansiada.
Contigo puedo olvidar el rostro oscuro, del recuerdo
no deseado.
Contigo he aprendido que con tú amor,
puedo soñar,
puedo besar pétalos de vientos tibios que llegan,
que no abandonan mi sonrisa,
que jamás cesan de danzar en mi existencia .
Ya no existe el avizorar la llegada, de mis
pensamientos desganados.
Sólo alegrías.
Sólo pequeñas distancias.
Eres mi fe que invita a buscarte en los horizontes
de mis escritos, que buscan tus pasos.
Eres la pluma de mis espèranzas,
de los sentimentales arcos de mi cara.
Te busco,
Ahí estás,
Ahí has llegado.
Te llamo.
Te encuentro.
Mujer de mil historias.
Mujer de mi alma.
No sueltas mis amarres
Eres la barca de mis viajes.
El arrozal que florece entre las aguas.
La desnuda palabra que calma mis lágrimas.
La pasión, que engalana mi despertar de las albas,
de poseerte en los jardines sin almbradas,
de amarte por siempre, dama de los versos
que aman,
al hombre,
al compañero de los pasillos de la vida.
Eres la inmortal belleza, que inspira al creador
del sentimiento mas sublime.
Ya no existe el ocaso.
Sólo las esperanzas que abrirán las puertas, del
camino alegre de la mañana.
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