Mí Sentir
Como no agradecer a la vida ,al destino, o quizás a los santos
designios, que lo sentido ,lo vivido ,no quede en rutas perdidas.
Alguna vez.
Alguna vez, sentado en solitarios rios, pensé, por qué no escribir,
de mi vida.
Esta vida mía ,que guardaba pensamientos de amor, que habian
partido.
Quizás a lejanos roqueríos.
Quizás a valles escondidos.
No lo sé.
Soy sincero, no lo sé.
Que importa, si ya eran harinas cernidas.
Harinas cernidas, que buscaron mis pènsamientos, para ocultarse
de los fríos.
Ocultarse, no tan profundo, para volver como carrusel, que gira
en tardes sin sonidos.
Tardes donde sólo escucho mi respiro.
Por qué no.
Por qué no, poder confesar a las tintas, mis pequeños o largos
recorridos.
Y si no hubiera escrito.
Si no me doy cuenta , que escribiendo, cerraban prontamente
mis heridas.
Quizás mis lágrimas mares llenarían.
Si.
Si de eso estoy seguro.
Como llora la savia, de ramas envejecidas.
Habría llorado hasta mi partida.
Por eso cada letra de esta mano mía, es vida.
Toda una vida ,de sueños no cumplidos.
No negaré, que hay momentos de alegría.
Los hay.
Seguro.
Pero esos son humamos destinos.
Lo extrarodinario, en cómo salir de encierros amargos, como
sicuta servida.
Es así.
Por eso no importa, si lo escrito es de letras univesritarias,
dedicadas a las altas filosofías.
Lo importante, es el sentimiento que brota, como frutos de
campos regados, con aguas benditas.
Por eso hoy escribo.
Porque mi alma esta libre, como el cóndor, que vuela en
cordilleras que diviso, cuando esto escribo.
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