Misterio
Nada se pierde en la borrasca
De las tardes que carecen de nombre,
En la cumbre del monte desierto
En las palabras que viajan de prisa.
Llega la noche lenta y silenciosa
Se arropa bajo una luna de color
Vienen los sueños y pesadillas
Todo sigue igual, nada ha cambiado.
Ladran los perros a lo lejos
Unos pájaros trasnochados cantan
Esta amaneciendo muy aprisa
y todavía no te siento llegar a mi lado.
Repican las campanas de una iglesia
Y las beatas corren apresuradas,
Van a confesar sus debilidades
A otro pecador que las escucha indiferente.
Luis G Machado S.
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