En los artilugios de mi cuerpo, cree llantos y alegrìas
por aquel pasado tan mio, como mis manos,
como mi corazòn que escuchò el grito del amor
profundo,
que durarìa hasta lo eterno de la existencia mas allà
de la carne,
de los huesos.
Imaginè que en las esquinas de mis sueños, amaria
con absoluta entrega,
en pasion infinta.
No fue asì
no fue asì.
Aquellos cabellos hechos de trigales y mieles
se alejaron de mi vista, hasta que se perdieron en los
horizontes estrellados.
Callè mi tristeza, sintiendo que miles de siglos eran las veredas de mis pasos.
A quièn
a quièn,
confesar que era esclavizado por los tormentos de
aquella historia de labios, resquebrajados por los vientos
frios del norte.
Porque si alguna vez, bebì el nèctar de quien soñè que acompañarìa mis vuelos por los senderos del Universo,
se alejo de la fuente donde las aguas brotaban claras,
puras, como las almas que duermen en los nidos
de artesano de las hermosas palabras.
Naveguè por los mares de la tristeza oculta ,hasta
que descubrì los tejidos de los verbos
que esperaban mi confesiòn,
mi liberaciòn definitiva..
Rùsticas formas,
campestre filosofìa.
Pero al fin escuchè los timbales de la feliz comparsa.
Hoy puedo decir al silencio tortuoso,
aqui estoy,
aqui estoy viviendo nuevamente prosa de mi alma.
Aqui estoy pluma de los sueños,
libre,
contento,
amando nuevamente en mil formas,
en mil colores.
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