Roble
Que feliz es el roble ,que vientos feroces
enfrenta.
Que contenta es su savia, que contiene la caída
de hojas nuevas.
Cuánto admiro su tronco, que en las tierras crece
fuerte.
Tenaz en su intento, de perpetuar su vida en los
tiempos.
Porque cuando este amor dijo, que de mis caminos
no detendría su marchar fuerte.
Caí en la penumbra, que movimientos entorpece.
Mi corazón destruyo ,su fuente de amor intenso.
No fuí capaz de sostenerme, en las ventanas,
que el mirar de rios ofrece.
Partías amor, de mis profundos sentimientos.
Mi amor, que creí era perpetuo.
Te fuiste sin despedirte, de mi alma, que por ti
sentimientos de amor expresaba, sin frenar su
pensar ardierte
En el silencio de miradas, que desconocia su
estocada hiriente.
Partias sin señalar rumbos nuevos.
Secretos de la partida ,sin llaves que acostumbraban
entrar por rendijas sueltas.
Te ibas hasta siempre.
Un adiós, que hizo de mi ,un pasajero enmudecido,
de los callejones pequeños.
Un pequeño pájaro, de cosechas que lejanas florecen.
Solitario vuelo ,de un ser que tus caricias, necesitaba
en la urgencia de su sentir honesto.
Partiste de mi vida, sin razón aparente.
Ha pasado el tiempo.
Al mirar tu retrato ausente, busco en mi pluma,
la tranquilidad de la tarde creciente.
En paz.
En el recordar tu tez, de color de rosado intenso.
Este amor, que marco mi vida, hasta el ocaso de
este Sol ,que entibia mi piel ,que los años han dominado,
en sus raíces sobresalientes.
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