Tejados
Que mágico son los tejados, que al observarlos
, encuentro en ellos tu piel rosada.
Al observar,el arribo de hojas, en techos manchados.
Grita mi alma deseperada.
Dónde estás amor ,de todos los mundos, por mi
soñados.
No importándome el nombre, del que te ha cobijado.
Te he buscado ,en el solitario pensar, de besos recordados.
Los besos, que hicieron de nuestro amor, un idílico lugar,
por nadie más visitado.
En el banco de los acusados, declaro no haber confesado,
que no defendí el íntimo devenir, de nuestros cuerpos
que amar buscaban.
Resistiendo la rebelión, de la soledad que triunfaba.
No defendí con mayores fuerzas , este amor por los
destinos obsequiados.
Al observar el vuelo de la paloma ,que posa en las altas
ventanas de estas casas.
Le ruego que emprenda vuelo, buscando tus huellas, en lugares
de continentes alejados.
Que en sus alas, lleve el mensaje ,de un solitario enamorado.
Que aún en mis sentidos, se encuentra la cardinal ruta, de
tu presencia amada.
Comprendiendo ,que este sentimiento es pasado.
Te seguiré amando, hasta que se acabe, el rocío de las flores,
de este invierno no esperado.
Continuaré amándote, mas allá ,de estos altos techos ,
que cuando era un niño ,subir en ellos soñaba.
Un niño que soñaba, con alcanzar las mariposas que por
ellos volaban.
Un actual transeúnte, de calles húmedas, por la lluvias
alcanzadas.
Un pasajero ,que recordará por toda la vida, este amor ,
por la madurez acribillado.
El recuerdo ,de manos que se apretaban.
Por honesto cariño.
Por sentimiento verdadero, de almas enamoradas.
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