En nuestro programa de trabajo había dos momentos, primavera y otoño, en los que salíamos de colonias con todo el grupo. Al principio era de lunes a viernes, lo que significaba un esfuerzo muy notable, tanto más cuanto que al lunes siguiente había que estar de nuevo al pie del cañón. Reflexionando en grupo descubrimos que el objetivo que pretendíamos, que era que durmieran juntos y lejos de sus familias, lo podíamos alcanzar con dos días y una noche, con un importante ahorro de energía para…
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