Aguas.
Hoy canto por la vasija vacía,
que tristeza,
que ironía.
Jamás valoré las aguas que contenían,
se secaron,
se han ido.
Esas aguas sostenían nuestras vidas,
nuestras almas,
nuestros días.
No me di cuenta que beber de tus manantiales,
me harian embriagarme con el sabor de tus
labios,
de tus sonrisas.
Tarde son mis pensamientos,
tarde llegan mis lágrimas que escriben
en mi piel,
que te amaba como la luz del día.
Aquellas luces que alumbran océanos y caminos,
solo pido,
solo ruego,
que me perdones vida mía.
Porque es mi corazón que sigue latiendo
por ti,
por esos días,
donde desnudarnos hacía de nosotros,
amalgamas de maravillosos rocíos.
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