Aromas.
A cada estrella que busca el consuelo, en
cada orilla del universo.
Que las observo en el vuelo presuroso, en
esta noche donde te he jurado amor infinito,
amor tierno,
amor por siempre.
Por qué tanto te amo
Por qué tanto deseo la pasión absoluta que
emana de nuestros cuerpos.
En el instante,
en el justo momento donde hemos conjurado,
ser una sola voz,
un solo cuerpo.
Te expreso con máxima propuesta.
Que eres mía,
que yo soy el aprendiz de tu mundo perfecto.
Te amo con mi toda fuerza.
Te amo con toda mi alma dispuesta.
Con toda mi pureza.
Te lo mereces.
Te entrego mi sentir del placer que desea,
tú desnuda esencia.
Amor de mis sueños.
Amor eterno.
Amor que las espúmas que los océanos besan.
Te amo, lo confieso.
Con mi mirada.
Con mis manos que recorren tu contorneada
piel, de hermosas barandas de casas, donde habita
el aroma de las flores que amor desean.
Ya no verso.
Sólo pienso.
Cómo he llegado a amarte tanto, como lo hacen las
partituras a las melodias,
en los grandes conciertos.
Cómo deseo tu presencia en mi pecho.
Amor de la sublime inspiración, en este mundo
imperfecto.
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