Te busco, en el sentir profundo de mi alma, que vive por tu
recuerdo fecundo.
Porque confieso, a las tintas que derraman sus cabellos, en
esta hoja de blanco pensar sublime.
Que eres el amor que he buscado, en esta vida de temporal
tránsito.
Eres mi manantial de miradas trascendentes, que amo hasta
el ocaso de los tiempos.
Te amo, dulce néctar de lunas, que acompañan mi pensar íntimo.
Eres el silencio maravilloso, que observo dormir en esta habitación,
de maderas sólidas, como pilares de puentes riesgosos.
Qué sería de mi vida, si no pudiera besar tu alma, en este escrito
de humildes plumas, que alzan su voz sigilosa.
Porque si nací en este mundo, de espinas dolorosas.
Fué sólo para amarte ,capullo de cielos lejanos maravillosos.
Te amaré hasta el olimpo de frutos, que crecen orgullosos.
Sin tu amor que venero, en los altares de mis ojos.
Sería un pasajero, de callados pasos por tierras de pantanos,
negruzcos ,odiosos.
Te busco.
Te encuentro, en el espacio de los latidos de tu piel, suave como
pétalos de bellas rosas.
Adoro tu dormir, mujer de sonrisa pura, como brisas cautelosas.
Serás eternamente ,el despertar de mis versos, que dedico a tu
forma de sentir ,que expresas a mi en mil formas.
El amor que entregas dadivosa, a mis labios, a mi cuerpo, a mi
alma, en esta reflexiva noche.
Amo tu forma de contemplar el Universo ,que por tú amor infinito
aromas celestiales de él brotan
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