Consciente
Solo recordaré cuando vuele por las montañas
desconocidos del Universo,
o sea pequeñas luces de la noche,
o piedrecillas diminutas de algún cometa silencioso,
que mi cuerpo fue formado en el vientre de una
mujer que veneró la sagrada dádiva de la nueva
vida.
Estoy consciente que
soy una línea más de los trazados del arquitecto
del absoluto destino,
una letra más, de todos los verbos que definen el
concepto de amor que posee la mujer de todo tiempo.
Sé que soy una gota de las aguas de los ríos,
pero que agradece ser hijo de quien
atesoró en sus manos los hilos de la nueva vida.
Cuando mis pasos no sean huellas, ni dejen sonidos en
los caminos,
me uniré al cosmos agradeciendo, que la fuerza de
mis manos y el temple de mi espíritu,
fue hecho en los manantiales del amor ,
y en las playas de la entrega,
de una mujer que supo seguir los dictámenes,
del maestro de toda la historia
Raul Filippi Peredo
dar.
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