Juegos
Muere la retórica de las horas claras,
nace en la noche el pensamiento
de la vida misma,
huye el ajetreo de las calles plomas,
y los saludos a veces sin sentido
de tantos rostros,
que sólo son sombras de árboles silenciosos.
Es el cobijo de la noche solitaria,
donde las estrellas son las invitadas
a la íntima cita,
donde cantan los caminos
recorridos.
Son las líneas trazadas en los espacios
oscuros,
las que hablan de que si existen amarguras
en muchas estaciones,
no es menos cierto que en la balanza de mi
existencia ,
también existen playas sonrientes,
y primaveras de brisas frescas.
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