Contemplación
Que se acaben las puertas que separan el sentimiento,
más profundo,
más humano.
Que se destruyan los puentes inalcanzables, de los
ríos desbordantes de sus cauces,
pero que jamás se alejen nuestros labios, del beso alegre
de las mañanas.
De nuestros momentos, donde te declaro que te amo
como nunca lo había pensado,
de amar a una mujer,
de sonreír como loco solitario entre las calles.
Por tú amor,
por estar a tú lado.
Te agradezco tanto la inspiración que me envuelve,
que atrapa lo esencial de mis plegarias,
en cualquier lugar santo,
en cualquier altar, donde confieso con todas mis fuerzas,
gracias,
gracias por el velo que extienden los rosales, cuando
pasas por mi lado,
porque cada pétalo que se desprende de sus ramas,
dibuja el sendero donde has andado.
Ellos escriben en tus pisadas, el nombre de tu alma.
No pido más nada,
nada.
sólo que me dejes contemplarte desde mi almohada,
tú desnudez que tus manos recorren, con cremas
de avellanas,
o con aceites de porcelanas.
Porque del oriente has llegado, heredera de mil imperios
pasados,
donde cada cabello de la hermosa mujer eran guardados,
en los sitiales inmaculados.
Te amo,
te amaré hasta el último viaje, de los eternos descansos.
Sólo pido soñar contigo,
por siempre,
por nuestro encuentro, en esta terrenal morada.
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