Cosas del alma
Nada es real en los sueños del trovador,
Son ideas del alma como destellos rojos
Casi siempre cantan himnos de amor,
Que se escriben con lágrimas en los ojos.
No pueden guardar sus sentimientos,
Son arañas que desgranan el corazón,
Arroyos que van creciendo sus lamentos
A convertirse en torrentes de pasión.
Quién puede negar el grito desesperado,
Que se escapa sin ninguna condición,
No puede silenciar estar enamorado,
Del ave que trina con dulzura su canción.
Del viento, de las nubes, del mismo cielo,
Del campo colmado de verdes trigales,
De la elegancia del cóndor en su vuelo,
Aún de los desiertos, con sus arenales.
Del mar que en sus aguas hay historias,
Que se van y vienen al compás de las olas,
Del valor de héroes ignotos y sus glorias,
De la vida, del refugio misterioso a solas.
Y por supuesto a la ternura y la belleza,
De la mujer que se ansía por compañera,
Que es la inspiración definida en sutileza
Del frescor particular de sutil primavera.
Luis G Machado S.
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