El pintor

[Myriam Stella Buriticá Cortes]

El pintor

Observa el horizonte cuando las nubes se tornan rojizas, un suspiro brota de su alma confundida.

Esto le recuerda las veces que intentó enamorarla: con versos que fluían del mismo cielo

encendido y celeste. Aquella mujer que vivía en su corazón atormentado porque

no podía tenerla cerca, estaba tan distante de sus brazos y tan cerca de su mirada.

Así transcurrían los años, sin darse cuenta este le mostró en un espejo su mirada ausente,

su pelo blanco, solo en ese instante comprendió lo equivocado que había estado.

Quiso volver el tiempo para vivir intensamente, pero fue tarde, aquella imagen en su

mente lo convirtió en lo que es ahora, un anciano sin ilusiones, sin vida, sin oportunidades.

Abrumado por la situación pensó en dejar todo, marcharse tan lejos como pudiera;

vendió la casa donde pasó casi toda su vida, empacó las maletas y rumbo al aeropuerto

se encontró con muchos periodistas que lo querían entrevistar.

Un poco aturdido y sin dar ninguna explicación volteó su mirada hacia el pasillo derecho,

todos sus cuadros estaban siendo expuestos, solo uno llamó su atención.

Su amada bajo el cielo encendido y celeste, se había enamorado de su pintura.

[Myriam Stella Buriticá Cortes]

Muchas gracias Señora Alida por pasar y dejar tan bonito ramo de flores,

Bendiciones.

[Myriam Stella Buriticá Cortes]

Muchas gracias Don Elías por el bello destacado que me concede,

Un saludo cordial.

[Elìas Antonio Almada]

[Alida I. Gómez]

Excelente