En cada encuentro
Vibra mi cuerpo con las caricias de tu pasión
Me entrego con el alma a un orbe desconocido,
No puedo abrir los ojos, siento que te olvido
Vuelo, navego, corro, es tan bella esta sensación.
Pasan los minutos y se acumulan las emociones,
Me encuentro aferrado al primor de tu cintura,
Siento atravesar entre nubes a un área de locura,
Y gozar el candor de tu cuerpo y tan finas facciones.
En cada encuentro se enciende el fuego de halagos,
Que derraman incansables de tus labios generosos,
Es poco tiempo para sentir los minutos amorosos
Que me trasladan al mundo ilusorio de los magos.
Luis G Machado S.
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