Eres Inmortal Madre Mía
Cuánto te extraño mi madre querida
Recordando la guirnalda de navidad
Que adornaba la casa, antes de tu ida
Hacia el universo de la inmortalidad.
Tu existencia siempre estuvo liberada
De todo mal, fuiste sensible y cariñosa
Henchido mi corazón madrecita amada
Lloro tu ausencia mi reina bondadosa.
En la casa ha quedado tu jubón rosado
Como reliquia de respeto y ternura
Tu ejemplo fue el don más preciado
Alabastro para resistir toda amargura.
Horas de soledad y cubiertas de dolor
Serian menos triste si estas presente
Me hace falta disfrutar tu infinito amor
Gracias por la vida, vives en mi mente.
Cada día evoco con cariño tu memoria
Dejaste en mi corazón profundas huellas
Siempre narraré, de ti, una linda historia
Amiga y madre, bella entre las bellas.
Luis G Machado S.
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