Lima no me olvides,
en tus ojos de cielo abierto he dejado mi corazón.
Lima soy tu hija
En tu Damero de Pizarro, he saboreado
hilos coloridos de historia
y me he quedado embelesada.
Lima,
¡Guárdame en tu pecho!
soy tu jardín viviente que no puede vivir sin tu agua de cielo.
Ámame siempre Lima,
¡Yo por ti doy la vida!
En tus calles de Abancay mis sueños han volado,
en tu Biblioteca Nacional en horas de lectura me he dormido.
En la Av. Tacna y la iglesia las Nazarenas mi espíritu ciervo contento jugó.
En la Av. Colmena trazaba mis rutas estudiantiles.
Lima que escondes el manzano de oro de mis pájaros de fuego,
¡Siempre agitas mis ilusiones!
¡Cuántas veces mi esperanza gris
se ha renovado en tu mirada dulce de asfalto!
Lima mía, no me olvides,
en tus calles e iglesias he dejado
los perfumes de las fibras más sentidas de mi alma:
mis huellas, mi vida, mi corazón.
Lima, no me olvides,
¡Ciervos enamorados saltan en mis ojos cuando te veo!
Lima,
enciende tus faroles de ternura para mí
Yo te beso Lima,
mis versos te quieren;
hay algarabía en mi desván cuando te pienso.
Lima,
si en tus balcones de antaño muero,
entiérrame en tus jardines de renuevo.
Recuérdame Lima,
yo nunca te olvidaré,
y creo que aún en el lecho frío,
sentiré el vacío
de no sentir tus jaranas
tu alboroto de ciudad festiva, la calidez de tus playas, tus vestidos de fiesta, tus zonas turísticas, tu comida.
Llórame Lima,
que yo de ti me enamoré y te amé
mientras vivía.
Reza un rosario por mí, Lima,
que yo al Dios del cielo le pido,
te otorgue larga vida.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
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