ME PREGUNTO QUE HACER
¡Cuánta tristeza he causado en tu vida!
Los pesares y temores no terminan,
Cómo quisiera ser un delicado rosal,
Para cubrir con pétalos el sendero,
Por donde tú y los recuerdos caminan.
¡Qué mis espinas no te hieran!
Y se claven más en lo profundo de mi pena,
En la infinita soledad que me provocas,
Y me haces sentir que de mi eres ajena.
Quisiera prometer, nunca ofenderte,
Que mis besos se pierdan en la nada,
Mis caricias de tornen diferentes,
Y tú, escojas, lo que de verdad quieres amada.
De tantas desventuras soy culpable,
Por el hecho de amarte como un loco,
¿A quién le interesa ser amable?
Con aquellos…
Que me han restado tu cariño poco a poco,
Prometer entonces, retirarme en silencio,
Dejar que tú decidas con sapiencia,
Que mis labios reciban tu desprecio,
Y borres de tu vida mi existencia.
Me pregunto ¿Qué debo hacer?
¿Cómo soportar esta pena con razón?
Perdóname por todo tu padecer,
Jamás, jamás, te olvidará mi corazón.
Luis G Machado S.
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