Miradas
Déjame convertirme en el guardián de tu mirada.
Esa hermosa mirada que seduce ,que provoca.
Esa tierna mirada, que invita a soñar en almohadas
de blancas alcobas.
Déjame por favor déjame.
Te juro amor mío que si me miras enamorada, seré
el celador de tu cuerpo, de tu alma.
Que cuando me mires, sólo descubrirás el amor, que
jamás he entregado.
Ese amor incondicional, que emocionará a las olas,
que a las bahias, por siempre han llegado.
Que si logro que tu mirada sea de amor, me arrodillaré
emocionado, en rocas y desiertos lejanos.
Déjame amor mío déjame.
Déjame ser el caballero, de medievales tiempos, que
ante su princesa su mirada ha inclinado.
Déjame convertirme, en la marioneta de los designios,
de mi corazón enamorado.
Déjame convertirme en el general de tus ejércitos, que
por su reina su vida han sacrificado
Déjame sonreír cuando con tu mirada, me has besado.
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