MIS AÑOS Y MIS RECUERDOS
Hoy regresé a mi viejo pueblo.
Llegué a la casa de mis abuelos.
Con llanto y gran desconsuelo.
Encontré todo igual, pero muy viejo.
Las fotos,... la vieja alacena de caoba.
El recordado radio Telefunken ya no funciona.
¿Que dónde? En mi sillita de madera y paja.
Oíamos las novelas y la música lejana.
Recuerdo que oía La flor de la canela.
Y sus letras tristes no entendía.
Hoy, después de tanto tiempo.
Parece reflejar mis marcadas lejanías.
El cuarto de los abuelos hoy vacío.
La carcoma ha destruido en algo la madera.
Así creo que ha pasado en mi vida entera.
Y ahora llanto y vacío, en la vieja acera.
Ninguno quiso que la casa se vendiera.
Se oponían a que salieran de ella.
Pero como ocurre en muchos casos,
Tampoco nadie iba a bien mantenerla.
Hay un “celador”, el que la cuida.
Este tiene al fondo del patio un cuarto.
Fue quien nos llamó algo alterado.
Dijo que estorbo público la habían declarado.
Siempre hay gobernantes del estado.
Que algunas calles no han reparado.
Bien, me comunicó una vecina.
Que en la central un jefe de oficina.
Por la casa se había interesado.
A ver qué pasará ahora.
Sí es que no la han confiscado.
Alina Gómez
Derechos reservados
Publicado por Alida I. Gómez
El 20 de junio de 2013 a las 113 pm.
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