Muchas veces he preferido ser la roca muerta
y olvidada.
La roca ausente y desdeñada.
Aquella roca que soporta soles y alambradas.
La roca que no siente olvidos , ni lágrimas, de un
enamorado.
Ser roca dura que adorna caminos y sus mañanas.
Ser roca, y no un alma, que en las noches pronuncia tu
nombre por pequeñas ventanas.
Un alma que sin ti es ser flor marchita, por las aguas
olvidadas
Un alma que emocionadamente pregunta por ti, a luces
que divisa en pueblos lejanos
Un amor que sigue presente en mi como minerales
subterráneos.
Ese amor que consume mis pensamientos hermosos,
como muebles por el artesano tallados.
Si vuelves algún día a mis brazos, te demostraré que eres
mi vida ,a pesar del tiempo que inexorablemente ha pasado.
Si mi amor, no soy roca muda que de sentimientos, no
sabe nada.
Eres por el contrario, mi complemento de cielos que en su
ocaso, dormirán en infinitos lechos de bello color anaranjado
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