Templo.
Sintiendo el suave roce de tu rostro
tranquilo,
en paz infinita,
te has quedado dormida en mi pecho.
Escucho el eco profundo de tu respiración serena.
Prométeme que sueñas que nuestro amor,
es tan profundo,
tan cierto.
Besándonos siento, que en todos los mundos existentes
somos torres altas ,que llegan a las alturas que soñamos
visitar unidos para vivir eternamente,
alimentándonos de los frutos de nuestras miradas.
Oscuros son los callejones del regreso.
Lejanas se encuentran , las luces de los puertos.
Es nuestro destino, vivir por siempre unidos en alma
y cuerpo,
donde somos raíces y tallos del árbol, que crecerá
en nuestros cielos.
Eres mi rezo.
Mi trascendental oración de todos los tiempos.
Despertaremos en el umbral de los amaneceres, para
continuar amándonos por siempre.
En cada día,
en cada noche, donde te desnudas para que te bese
en silencio.
Sintiendo que somos nubes y tormentas,
gotas de océanos que bañan las playas, donde
juramos a las rocas,
a las arenas,
ser dioses del mismo templo.
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