SOLEDAD
En las horas de soledad y ternura,
Cuando sientas tu cuerpo cansado,
Medita y sin perder la cordura,
En silencio…en profundo silencio...
Piensa en tu ser amado.
Negros nubarrones, inquietan la calma,
Que prodigas en tu canto de sirena,
Se vislumbra angustiada mi alma,
Al presentir que deseas ser mi ajena.
Ajena a mis lágrimas y besos
Que al unísono te entrego diariamente,
Sabes del dolor que me causan tus desprecios,
Al apartarme de tu lado injustamente.
Es verdad, derecho sobre ti no tengo,
Ni del espacio que ocupo en tu vida,
Mas, por tu amor aferrado me mantengo,
Sin horizonte fijo y aún sin cabida
Mi existencia es tuya, como el aire,
La soledad es mi propiedad privada,
El dolor, silencio y desaire...
Que me da la vida en tu mirada.
Luis G Machado S.
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