Tiempos.
En batallas con el universo de mis pensamientos,
trato de que mi alegría de vivir en estas tierras,
no se extinga,
no se las lleven los vientos.
Alma mia,
sentimientos ciertos,
conjuguen se los pido,
se los ruego,
el amor infinito que creo en letras,
en escritos de todo tiempo.
Porque como el arlequín de viejos castillos,
de pueblos lejanos,
de senderos inciertos,
mi placer es observar al hombre honesto,
que tranquilo escucha historias,cuentos,
sonríe,
acaricia los cabellos de sus hijos,
de sus nietos,
porque en este momento, me embarga y crean lo
que expreso,
más,
mucho más que preocupado de mi muerte,
mirar las calles desiertas, y caer en las profundas
redes de la tristeza,
del presente y futuro sin oración perfecta,
por existir,
por estar presente,
en este tiempo,en este cielo.
Porque aquel cirio del altar eterno, puede apagarse
por las propuestas,
de plagas,
o guerras que al comprender su esencia,
caen mis lágrimas,
no por mí,
sino por aquellos que comienzan a mover
su cuerpo en los vientres.
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